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PROCEDIMIENTO

Los trasplantes de riñón se realizan con anestesia general, para que no estés despierto durante el procedimiento. El equipo quirúrgico controla tu frecuencia cardíaca, presión arterial y nivel de oxígeno en sangre durante el procedimiento.

Durante la cirugía:

  • El cirujano te realiza una incisión en la parte baja de un lado del abdomen y te coloca el nuevo riñón. A menos que los propios riñones estén generando complicaciones como presión arterial alta, cálculos renales, dolor o infección, estos quedan en su lugar.
  • Los vasos sanguíneos del nuevo riñón se conectan a los vasos sanguíneos en la parte baja del abdomen, justo por encima de una de las piernas.
  • El uréter del nuevo riñón (el tubo que une el riñón con la vejiga) se conecta a la vejiga.

 

Después del procedimiento

Después de tu trasplante de riñón, puedes esperar que ocurra lo siguiente:

  • Pasar desde unos días hasta una semana en el hospital. Los médicos y el personal de enfermería supervisan tu estado en el área de recuperación de trasplantes del hospital para detectar señales de complicaciones. Tu nuevo riñón producirá orina como lo hacían tus propios riñones cuando estaban sanos. Con frecuencia, esto se inicia de inmediato. En otros casos puede tardar varios días y es posible que necesites diálisis temporal hasta que los nuevos riñones comiencen a funcionar de manera adecuada. Se pueden sentir molestias o dolor alrededor del lugar de la incisión durante la cicatrización. La mayoría de los receptores de trasplante de riñón puede regresar al trabajo y a sus actividades normales de tres a ocho semanas después del trasplante. No debes levantar objetos que pesen más de 10 libras (4,5 kg) ni hacer ejercicio (excepto caminar) hasta que la herida haya cicatrizado (por lo general, alrededor de seis semanas después de la cirugía).
  • Realizarte chequeos frecuentes mientras estés en recuperación. Después de que recibas el alta del hospital, será necesario hacerte un seguimiento minucioso durante unas semanas para verificar si el nuevo riñón está funcionando bien y para asegurarse de que tu cuerpo no lo esté rechazando. Es posible que debas realizarte análisis de sangre varias veces por semana y que deban ajustar tus medicamentos en las semanas posteriores a tu trasplante. Durante este período, si vives en otra ciudad, es posible que debas organizarte para hospedarte cerca del centro de trasplante.
  • Tomar medicamentos por el resto de tu vida. Deberás tomar varios medicamentos después de tu trasplante de riñón. Los medicamentos llamados “inmunodepresores” (medicamentos contra el rechazo) ayudan a evitar que el sistema inmunitario ataque y rechace el nuevo riñón. Los demás medicamentos ayudan a reducir el riesgo de otras complicaciones, como las infecciones, después del trasplante.

 

Resultados

Para evitar que tu cuerpo rechace el riñón de tu donante, necesitarás medicamentos para inhibir el sistema inmunitario. Dado que estos medicamentos contra el rechazo hacen que el organismo sea más vulnerable a las infecciones, tu médico también puede recetarte antibióticos, medicamentos antivirales y medicamentos antifúngicos.

Es importante que tomes todos los medicamentos tal como te los recetó el médico. Tu cuerpo puede rechazar el nuevo riñón si te salteas los medicamentos incluso por un período corto. Comunícate con tu equipo de trasplante de inmediato si estás teniendo efectos secundarios que te impiden tomar los medicamentos.Luego del trasplante, se recomienda enfáticamente que te realices autocontroles y que asistas a controles con un dermatólogo para detectar cualquier señal de cáncer de piel y que hagas un seguimiento de tu otro cáncer.

 

Afrontamiento y apoyo

Dieta y nutrición

Después del trasplante de riñón, es posible que debas ajustar tu alimentación para mantener el riñón sano y en buen estado de funcionamiento. Tendrás menos restricciones alimenticias que las que tendrías si estuvieras recibiendo terapia de diálisis antes del trasplante, pero es posible que aún debas hacer algunos cambios en tu dieta.

Tu equipo de trasplante incluye un especialista en nutrición (dietista) que puede analizar tus necesidades de nutrición y dieta y responder cualquier pregunta que tengas después del trasplante.

Algunos de tus medicamentos pueden aumentar tu apetito y facilitar el aumento de peso. Pero alcanzar y mantener un peso saludable a través de la dieta y el ejercicio es tan importante para los receptores de trasplantes como lo es para todos los demás, a fin de reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, presión arterial alta y diabetes.

Es posible que tengas que llevar un registro de cuántas calorías consumes o limitar los alimentos con alto contenido de azúcar y grasa.

El dietista también te recomendará varias opciones de alimentos saludables e ideas para implementar en tu plan de nutrición. Las recomendaciones de tu dietista después de un trasplante de riñón pueden incluir lo siguiente:

  • Comer al menos cinco porciones de frutas y verduras al día
  • Evitar el pomelo y el jugo de pomelo debido a su efecto en un grupo de medicamentos inmunosupresores (inhibidores de calcineurina)
  • Incluir suficiente fibra en la dieta diaria
  • Beber leche descremada o consumir otros productos lácteos descremados, lo cual es importante para mantener niveles óptimos de calcio y fósforo
  • Comer carnes magras, aves y pescado

El dietista también puede recomendarte lo siguiente:

  • Seguir una dieta baja en sal y en grasas
  • Seguir las pautas de seguridad alimentaria
  • Mantenerse hidratado bebiendo la cantidad adecuada de agua y otros líquidos todos los días
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Ejercicio

Una vez que te recuperes de la cirugía de trasplante, deberías incorporar ejercicio y actividad física de manera regular en tu vida para continuar mejorando tu salud física y mental general.

Luego del trasplante, el ejercicio regular ayuda a aumentar los niveles de energía y la fuerza. También te ayuda a conservar un peso saludable, reducir el estrés y evitar complicaciones frecuentes después del trasplante, como la presión arterial alta y los niveles altos de colesterol.

El equipo de trasplantes te recomendará un programa de actividad física ajustado a tus necesidades y metas personales.

Enseguida después del trasplante, debes caminar tanto como puedas. Gradualmente, comienza a incorporar más actividad física a tu vida diaria, que incluya hacer al menos 30 minutos de ejercicio moderado, cinco días a la semana.

Caminar, andar en bicicleta, nadar, realizar entrenamiento de fuerza de bajo impacto y otras actividades físicas que disfrutes pueden ser parte de un estilo de vida saludable y activo tras un trasplante. Asegúrate de comunicarte con tu equipo de trasplante antes de comenzar o cambiar tu rutina de ejercicios después del trasplante

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.Fuente:

Trasplante de riñón – atención en Mayo Clinic


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El trasplante mejora la esperanza y la calidad de vida de los pacientes que padecen insuficiencia renal, os recuerdo que España en el año 2018 alcanzo máximos históricos en trasplante renal y de pulmón -5318 trasplantes y 2241 donantes gracias al fomento de la donación.

La donación es unos de los actos mas solidarios,un regalo de vida para otros.

Un trasplante de riñón es un procedimiento quirúrgico para colocar un riñón sano de un donante vivo o fallecido en una persona cuyos riñones ya no funcionan adecuadamente.

Los riñones son dos órganos en forma de habichuela que se encuentran a cada lado de la columna vertebral justo debajo de la caja torácica. Cada uno de ellos tiene aproximadamente el tamaño de un puño. Su función principal es filtrar y eliminar los desechos, minerales y fluidos de la sangre mediante la producción de orina.

Cuando los riñones pierden esta capacidad de filtración, se acumulan niveles nocivos de líquido y desechos en el cuerpo, lo cual puede elevar tu presión arterial y provocar insuficiencia renal (enfermedad renal terminal). La enfermedad renal terminal ocurre cuando los riñones han perdido aproximadamente el 90 % de su capacidad para funcionar normalmente.

Algunas de las causas comunes de enfermedad renal terminal son:

  • Diabetes
  • Presión arterial alta crónica no controlada
  • Glomerulonefritis crónica: inflamación y posterior formación de cicatrices en los pequeños filtros que se encuentran dentro de los riñones (glomérulos)
  • Enfermedad renal poliquística

Las personas con enfermedad renal terminal deben eliminar los desechos del torrente sanguíneo a través de una máquina (diálisis) o un trasplante de riñón para mantenerse con vida.

 

Por qué se realiza

En comparación con la diálisis de por vida, el trasplante de riñón es, usualmente, el tratamiento elegido para la insuficiencia renal. Un trasplante de riñón puede ser el tratamiento indicado para la enfermedad renal crónica o la enfermedad renal terminal a fin de ayudarte a que te sientas mejor y vivas más tiempo.

En comparación con la diálisis, el trasplante de riñón se asocia con lo siguiente:

  • Mejor calidad de vida
  • Menor riesgo de muerte
  • Menos restricciones en la dieta
  • Menor costo del tratamiento

Algunas personas también pueden beneficiarse de recibir un trasplante de riñón antes de necesitar diálisis; este procedimiento se conoce como trasplante preventivo de riñón.

Pero para algunas personas con insuficiencia renal, un trasplante de riñón puede ser más riesgoso que la diálisis. Los factores que pueden impedir que seas elegible para recibir un trasplante de riñón comprenden:

  • Edad avanzada
  • Enfermedad cardíaca grave
  • Cáncer activo o con tratamiento reciente
  • Demencia o enfermedad mental mal controlada
  • Abuso de alcohol y drogas
  • Cualquier otro factor que pueda afectar tu capacidad de someterte al procedimiento de manera segura y tomar los medicamentos que se necesitan para evitar el rechazo del órgano después del trasplante

Solo se necesita un riñón donado para reemplazar dos riñones que funcionan mal, por lo que el trasplante de riñón de donante vivo es una opción.

El tiempo que debas esperar para recibir un órgano de un donante fallecido dependerá del nivel de compatibilidad entre el donante y tú, del tiempo que hayas hecho diálisis y hayas estado en la lista de espera de trasplante, y de la supervivencia que se espere después del trasplante. Algunas personas encuentran un órgano compatible a los pocos meses, y otras pueden esperar varios años.

 

Riesgos

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El trasplante de riñón puede tratar la enfermedad renal avanzada e insuficiencia renal, pero no es una cura. Algunas formas de enfermedad renal pueden volver después del trasplante.

Los riesgos de salud asociados con el trasplante de riñón comprenden los asociados directamente con la cirugía en sí misma, el rechazo del órgano del donante y los efectos secundarios de los medicamentos (medicamentos contra el rechazo o inmunodepresores) necesarios para evitar que el cuerpo rechace el riñón donado.

 

Complicaciones del procedimiento

Decidir si el trasplante de riñón es lo correcto para ti es una decisión personal que merece reflexión y consideración cautelosas tanto de los riesgos graves como de los beneficios. Habla sobre tu decisión con tus amigos, familiares u otros consejeros de confianza.

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La cirugía de trasplante de riñón acarrea el riesgo de complicaciones serias, entre ellas:

  • Coágulos de sangre y sangrado
  • Pérdidas o bloqueo del tubo (uréter) que une el riñón con la vejiga
  • Infección
  • Insuficiencia o rechazo del riñón donado
  • Una infección o cáncer transmitidos con el riñón donado
  • Muerte, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular

 

Efectos secundarios de los medicamentos contra el rechazo

Después de un trasplante de riñón, tomarás medicamentos para ayudar a evitar que tu cuerpo rechace el riñón del donante. Estos medicamentos pueden provocar diversos efectos secundarios, entre ellos:

  • Adelgazamiento de los huesos (osteoporosis) y daño en los huesos (osteonecrosis)
  • Diabetes
  • Crecimiento excesivo o pérdida del cabello
  • Presión arterial alta
  • Colesterol alto

Otros efectos secundarios pueden incluir:

  • Incremento del riesgo de cáncer, especialmente cáncer de piel y linfoma
  • Infección
  • Hinchazón (edema)
  • Aumento de peso
  • Acné

Evaluación

El equipo del centro de trasplante evaluará si:

  • Estás lo suficientemente sano como para tolerar la cirugía y los medicamentos postrasplante de por vida
  • Tienes alguna enfermedad que pueda interferir en el éxito del trasplante
  • Estás dispuesto y eres capaz de tomar los medicamentos según las indicaciones y de seguir las sugerencias del equipo de trasplante

El proceso de evaluación puede demorar varios días y consiste en:

  • Una exploración física minuciosa
  • Estudios de diagnóstico por imágenes, como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas
  • Análisis de sangre
  • Evaluación psicológica
  • Cualquier otro análisis necesario que determine tu médico

Después de tu evaluación, tu equipo de trasplante analizará los resultados contigo y te dirá si has sido aceptado como candidato para el trasplante de riñón.

 

Lo que puedes esperar

Antes del procedimiento

Encontrar un donante compatible

Un donante de riñón puede ser un donante vivo o fallecido, emparentado o no emparentado contigo. Tu equipo de trasplante considerará distintos factores al determinar si el donante de riñón será compatible contigo.

Las pruebas para determinar si un riñón donado podría ser adecuado para ti comprenden:

  • Determinación del grupo sanguíneo. Es preferible recibir un riñón de un donante cuyo tipo de sangre coincida con el tuyo o sea compatible. Los trasplantes entre grupos sanguíneos incompatibles también son posibles, pero requieren tratamiento médico adicional antes y después del trasplante para reducir el riesgo de rechazo del órgano. Se los conoce como trasplantes de riñón con incompatibilidad ABO.
  • Determinación del tipo de tejido. Si tu grupo sanguíneo es compatible, el siguiente paso es una prueba denominada tipificación de antígenos leucocitarios humanos, para determinar el tipo de tejido. Esta prueba compara marcadores genéticos que aumentan la probabilidad de que el riñón trasplantado dure un largo tiempo. Si el donante es compatible significa que tienes menos probabilidades de que tu cuerpo rechace el órgano.
  • Prueba cruzada. La tercera y última prueba de compatibilidad implica mezclar una pequeña muestra de tu sangre con la sangre del donante en el laboratorio. Esta prueba determina si los anticuerpos en tu sangre reaccionarán contra antígenos específicos en la sangre del donante. Una prueba cruzada negativa significa que son compatibles y que no hay tantas probabilidades de que tu cuerpo rechace el riñón del donante. Los trasplantes de riñón con pruebas cruzadas positivas también son posibles, pero requieren tratamiento médico adicional antes y después del trasplante para reducir el riesgo de que tus anticuerpos reaccionen contra el órgano del donante.

Otros factores que tu equipo de trasplante puede considerar para encontrar el riñón de donante más adecuado para ti son la compatibilidad de edad, el tamaño del riñón y la exposición a infecciones.

 

Donación de riñón en vida

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  • Donación cruzada de órganos
  • Cadena de donación de órganos de donantes vivos

Encontrar un donante vivo dispuesto a donar un riñón es una alternativa para no tener que esperar a que haya un riñón compatible de un donante fallecido disponible.

Con frecuencia, lo más probable es que los miembros de la familia sean donantes vivos de riñón compatibles. Pero también son frecuentes los trasplantes de riñón exitosos de donantes vivos que no pertenecen a la familia, como amigos, colegas o miembros de la misma congregación religiosa.

La donación cruzada es otro tipo de donación de riñón con donantes vivos si conoces a una persona que está dispuesta a donarte su riñón pero el órgano no es compatible o no es adecuado por otros motivos. En lugar de donarte un riñón directamente a ti, tu donante puede darle un riñón a otra persona que sea más compatible. Luego tú recibes un riñón compatible del donante de ese receptor.

En algunos casos, pueden vincularse más de dos pares de donantes y receptores con un donante vivo de riñón no dirigido para formar una cadena de donación en la que varios receptores se benefician de la donación del donante no dirigido.

Si no hay un donante vivo compatible, tu nombre se incluirá en una lista de espera para un riñón de un donante fallecido. Como hay menos riñones disponibles que personas que esperan un trasplante, la lista de espera sigue creciendo. Normalmente, el tiempo de espera para un riñón de un donante fallecido es de varios años.

 

Mantente saludable

Si estás esperando un riñón donado o si tu cirugía de trasplante ya está programada, esfuérzate por mantenerte sano. Si estás sano y lo más activo posible, es más probable que estés preparado para la cirugía de trasplante cuando llegue el momento. Esto también puede ayudar a acelerar tu recuperación de la cirugía. Esfuérzate y haz lo siguiente:

  • Toma los medicamentos según las indicaciones.
  • Sigue las pautas de dieta y ejercicio.
  • No fumes. Si necesitas ayuda para dejar de fumar, habla con tu médico.
  • Asiste a todas las consultas con tu equipo de atención médica.
  • Participa en actividades saludables, como relajarte y pasar tiempo con tus familiares y amigos.

Mantente en contacto con tu equipo de trasplante y avísales si hay algún cambio significativo en tu salud. Si estás esperando un riñón donado, asegúrate de que el equipo de trasplante sepa cómo comunicarse contigo en todo momento. Mantén tu bolso para el hospital preparado y a mano, y organiza el transporte hasta el centro de trasplante por adelantado.

Fuente:

Trasplante de riñón – atención en Mayo Clinic


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NUESTRA COMPAÑERA LA NEFRÓLOGA SOFIA ZARRAGA, EXPERTA EN TRASPLANTE RENAL, HA PUBLICADO EN COLABORACION CON ALCER (FEDERACIÓN NACIONAL)UN ARTICULO MUY INTERESANTE SOBRE “LOS EFECTOS ADVERSOS DE LA MEDICACION INMUNOSUPRESORA EN LAS PERSONAS TRASPLANTADAS”.
He copiado la primera parte del articulo la segunda parte describe los inmunosupresores y las combinaciones empleadas,si os parece interesante ampliar la información, la encontrareis en la revista nº 184 de ALCER.
Muchas gracias por vuestro ínteres en el blog.


EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS FARMACOS INMUNOSUPRESORES

Las personas que reciben un trasplante renal necesitan tomar fármacos inmunosupresores para anular la respuesta inmune del organismo ante un cuerpo extraño. Como todos los fármacos estos medicamentos no están exentos de efectos secundarios que hay que conocer, reconocer y dimensionar. Es importante saber por qué los tomo y de qué me están protegiendo.

Una de las definiciones que más me gusta del bienestar de la persona trasplantada dice lo siguiente:
” La persona trasplantada que se encuentra bien es aquella que al cabo de un año de trasplante tiene una función renal estable, buena tolerancia a la inmunosupresión y una sensación subjetiva de bienestar”.
¿ Por qué tiene que pasar un año?. El primer año de trasplante es el momento de aparición de las posibles complicaciones agudas (rechazo, infecciones y complicaciones quirúrgicas fundamentalmente). También es durante el primer año cuando se emplean mayores dosis de medicación inmunosupresora porque la respuesta inmune es más intensa. Y ese primer año es el tiempo razonable para que la persona se adapte a la nueva situación y la nueva medicación. A priori, no conocemos la capacidad de una persona para necesitar más o menos inmunosupresión. Tenemos algunos datos indirectos pero no marcadores de riesgo de rechazo, o de infección fiables al cien por cien. Necesitamos ese año para ir conociendo a la persona y adecuar la inmunosupresión a su respuesta.

Nuestra intención siempre es

individualizar el tratamiento.

 

De la toma correcta de los fármacos inmunosupresores depende la vida a largo plazo del injerto renal. Cada vez más estudios apoyan que la falta de adherencia a estos fármacos es la causa de lo que se ha venido llamando rechazo crónico. Si una persona trasplantada de riñón no toma la medicación inmunosupresora prescrita, o lo hace de forma irregular, su organismo responde con una inflamación de baja intensidad pero pertinaz. Y esa inflamación resultará en la pérdida del injerto renal en un tiempo variable. Y además penalizará a la persona desde el punto de vista inmunológico, haciendo que encontrar un segundo o tercer riñón, sea más difícil por la presencia de anticuerpos.

Los efectos secundarios no deseados

de los inmunosupresores,

son una de las causas de falta de

cumplimiento de la medicación prescrita.

 

No todos los efectos tienen la misma intensidad e importancia en el desarrollo de la vida cotidiana. Algunos dependerán de niveles y dosis del fármaco y se aliviarán con el ajuste adecuado del mismo. Otros efectos dependen de la idiosincrasia personal y son más difíciles de controlar. En cualquier caso deberá consultar con su nefrólogo y comentarle la presencia de estos síntomas no deseados y la posibilidad de paliarlos

También es importante que sepa de la posibilidad de que los fármacos, infusiones y diversas sustancias interaccionen entre sí, modificando su metabolismo. Por tanto un efecto que antes no había aparecido aparece con la toma de un antibiótico que casualmente aumenta los niveles del fármaco inmunosupresor. Su nefrólogo le indicará las sustancias con las que debe tener precaución.

No es mi intención hacer un listado exhaustivo de los posibles efectos no deseados de los fármacos inmunosupresores sino de los más frecuentes. Desde mi punto de vista, el efecto adverso más dañino es la falta de adherencia a la medicación, cuyo resultado es la pérdida del injerto renal.