Los equipos de diálisis peritoneal consisten en un conjunto de dos bolsas, de cada una de las cuales sale un tubo. Una de las bolsa está vacía, y servirá para recoger el líquido que se extrae de la cavidad peritoneal, y la otra está llena del líquido de diálisis nuevo que se introducirá en dicha cavidad. Los tubos que salen de estas bolsas se unirán en un tubo común, que será el que se conectará al catéter del paciente al realizar el recambio.
El líquido de diálisis es una mezcla de agua y minerales que facilitará el proceso de extracción de toxinas y agua excesiva del organismo.
Las bolsas son suministradas al paciente en su propio domicilio por un proveedor, en entregas quincenales o mensuales.