Los riñones realizan algunas funciones vitales para mantener la vida, merece la pena que los cuidemos.
Algunos consejos para ello son:
Pero además, incluso en pacientes con Enfermedad Renal Crónica avanzada se debe aspirar a tener el grado más alto posible de salud, entendida como bienestar físico, mental y social, lo que supone que, al margen de la situación de una enfermedad, la salud requiere un estilo de vida saludable del que forman parte la alimentación, el ejercicio físico, la prevención de las enfermedades, e incluso la relación con el medio ambiente y la actividad social.
Un problema añadido en pacientes en hemodiálisis es la malnutrición energético-proteica, que en ellos produce disminución de la fuerza muscular, por lo que se reduce en gran medida su capacidad para desarrollar cualquier actividad física. Pero, sin duda, el ejercicio físico regular no sólo es importante para mejorar la función cardiovascular, sino que puede reducir la tensión arterial, mejorar la fuerza muscular y la capacidad funcional, e incluso influir positivamente en el plano emocional, ya que ayuda a reducir los niveles de estrés, depresión y la ansiedad, a dormir mejor, y a mejorar la autoestima.
Se recomienda ejercicio de más de 30 minutos de duración, al menos 3 veces por semana (a diario si es posible). Lo ideal es que se combinen ejercicios aeróbicos (cinta ergométrica o bicicleta estática) con otros de resistencia (entrenamiento con pesas) e incluir ejercicios de coordinación y flexibilidad. Sin embargo, debemos pensar que cualquier tipo de ejercicio físico moderado puede ayudar, y que incluso se mejora al pasear 30 minutos a ritmo vivo o una hora ritmo moderado.
Para lograrlo se debe combinar un descenso moderado de la cantidad de calorías ingeridas con un aumento del gasto de energía mediante el ejercicio físico. En la alimentación se debe intentar evitar en lo posible las comidas con mayor aporte calórico, que son las que incluyen cualquier tipo de grasa líquida o sólida.
La alimentación también es un elemento fundamental a la hora de desarrollar hábitos de vida saludable. Para tratar este tema, hemos desarrollado un apartado específico: Nutrición.
Debemos tener en cuenta que las causas principales de la enfermedad renal son:
ES BASTANTE COMÚN ENTRE LA POBLACIÓN CREER QUE LAS PLANTAS MEDICINALES NO PUEDEN TENER EFECTOS PERJUDICIALES.
Por ello y porque no requieren receta médica, su consumo para el tratamiento de todo tipo de dolencias está ampliamente extendido en nuestro país.
Según el Centro de Investigación sobre Fitoterapia, el 68% de los españoles las utiliza para tratar alguna afección, como el insomnio, la ansiedad, el sobrepeso o el estreñimiento, aunque también se usan como tratamiento preventivo.
Hacer un mal uso de ellas, puede, sin embargo, resultar nocivo: las plantas medicinales actúan como fármacos, ya que sus principios activos pueden tener un efecto biológico y evidenciable, y es habitual que su toma se solape con la de un fármaco.
En este sentido, pueden interactuar con los medicamentos por mecanismos farmacocinéticos y producir alteraciones de absorción, distribución, liberación, metabolismo y eliminación, o farmacodinámicos, y afectar al resultado de su acción farmacológica potenciándola, minimizándola o produciendo un desequilibrio homeostático.
En el día a día con tu paciente, debes informarle de estos riesgos y estar alerta ante un consumo de plantas medicinales que se solape con medicamentos que puedan provocar interacciones clínicas relevantes, como los anticoagulantes, antiepilépticos, los antirretrovirales o los inmunosupresores.
A continuación, presentamos las interacciones más habituales y las plantas que las provocan cuando se toman con determinados medicamentos:
La mayoría de las interacciones entre plantas y fármacos que afectan a la absorción lo hacen reduciendo los niveles del fármaco, bien sea por alteración del pH digestivo, afectando la motilidad o por la formación de complejos no absorbibles. Esto reduce la actividad terapéutica del medicamento. Algunas plantas medicinales que pueden provocar alteraciones en la absorción de medicamentos son:
El metabolismo de fármacos es el mecanismo más importante de interacciones, que pueden producirse al tomar:
Las interacciones a nivel de eliminación se dan, por ejemplo, con:
Las principales plantas medicinales que pueden interactuar con medicamentos a nivel del sistema nervioso son:
El ginsen, hierba de san juán ( hypericum), roiboos ( que contiene mucha hierba de san juan) y todo lo que contenga pomelo: Estas inducen el metabolismo de los inmunosupresores y bajan los niveles sanguíneos conduciendo al fracaso terapéutico.
El cardo de santa maría inhibe el metabolismo de los inmunosupresores y puede aumentar mucho los niveles y provocar toxicidad.
No se recomienda regaliz ni infusiones que lo contengan porque aumenta la tensión arterial y baja el potasio.
El aloe vera, la goma guar y la hoja de sen son laxantes y si se abusa pueden provocar aumento de los niveles de tacrolimus por la diarrea.
La equinácea y la uña de gato pueden tener un efecto inmunoestimulante e interactuar con inmunosupresores como la ciclosporina o la rapamicina. (10)
Por todo ello, el consumo de plantas medicinales es un aspecto muy importante a tener en cuenta en la revisión y control de los tratamientos farmacológicos. Conocer estas interacciones y orientar al paciente mejorará la atención farmacéutica y la seguridad del tratamiento.
Dra Sofia Zarraga Larrondo ( Nefrologa de el Hospital Universitario de Cruces ).