Los seres humanos tenemos dos riñones situados en la zona lumbar a ambos lados de la columna vertebral.
El riñón tiene aproximadamente el tamaño del puño de una mano y pesa unos 125-150 gramos.
Cada riñón está formado por aproximadamente un millón de filtros (nefronas), que eliminan los productos de desecho de la sangre y el exceso de agua a través de la orina.
A lo largo del día consumimos diferentes cantidades y tipos de comida. En el proceso de convertir los alimentos en energía se producen numerosas sustancias tóxicas, que si no se eliminan, producirán efectos indeseados en nuestro organismo, que pueden incluso comprometer la vida.
La sangre cargada de sustancias de desecho es impulsada por el corazón, a través de la arteria renal, hacia los riñones. Estos se encargan de eliminar las toxinas y el agua sobrante, devolviendo la sangre limpia a la circulación general.
Este es un proceso continuo, es decir, los riñones funcionan las 24 horas del día, y lo hacen filtrando unos 180 litros de sangre y produciendo aproximadamente unos 2 litros de orina al día.
La orina pasa de los riñones a través de los uréteres, se almacena en la vejiga y se elimina a través de la uretra.
La sangre limpia vuelve al corazón a través de la vena renal. Las venas son las “tuberías” que llevan la sangre desde los órganos hasta el corazón.
Los riñones realizan las siguientes funciones vitales:
- Limpiar, purificar la sangre de productos de desecho.
- Ajustar, regular el balance de los líquidos de cuerpo.
- Funciones hormonales que ayudan a:
- producir glóbulos rojos,
- regular la presión arterial, y
- mantener los huesos sanos y fuertes.
Los riñones, como todos los órganos del cuerpo pueden deteriorarse y enfermar. Este deterioro de la función normal de los riñones es lo que llamamos Enfermedad Renal (ER).
Si el deterioro de los riñones se puede recuperar y estos vuelven a su función normal hablaremos de Enfermedad Renal Aguda (ERA).
Cuando el deterioro de los riñones no se recupera y la función renal queda disminuida de manera permanente e irreversible, hablaremos de Enfermedad Renal Crónica (ERC).
Si la disminución de la función renal es total necesitaremos de tratamientos que sustituyan la función de los riñones propios, entonces hablaremos de Enfermedad Renal Crónica Avanzada (ERCA).
Durante muchos años se ha utilizado el término Insuficiencia Renal, y aunque aún en muchas ocasiones se sigue usando esta denominación, es más apropiado hablar de Enfermedad Renal.