Aunque en esta fase la dieta se liberalizará mucho, debe de ser individualizada y precoz. Es posible que se requeran intervenciones para mejorar los hábitos alimentarios y el estilo de vida.
Puede haber una ingesta excesiva de alimentos debido a la administración de medicamentos para evitar el rechazo que junto con la liberalización de las restricciones dietéticas del periodo de diálisis y el aumento del bienestar, contribuye al aumento de peso. Si aparece la obesidad, puede contribuir al desarrollo de la hipertensión, diabetes, enfermedad cardiovascular e hiperlipemia.
Tu equipo de trasplante incluye un especialista en nutrición (dietista) que puede analizar tus necesidades de nutrición y dieta y responder cualquier pregunta que tengas después del trasplante.
Es posible que tengas que llevar un registro de cuántas calorías consumes o limitar los alimentos con alto contenido de azúcar y grasa.
El dietista también te recomendará varias opciones de alimentos saludables e ideas para implementar en tu plan de nutrición. Las recomendaciones de tu dietista después de un trasplante de riñón pueden incluir lo siguiente:
El dietista también puede recomendarte lo siguiente: