Post-transplante renal. Ingreso.

  • La cirugía de trasplante renal exige la utilización de anestesia general. Habitualmente el injerto renal se coloca en la fosa iliaca derecha o fosa iliaca izquierda. Normalmente no es necesario extirpar los riñones propios puesto que no interfieren en el proceso. La cirugía suele durar unas horas tras la cual ingresará en la planta de Nefrología Agudos que es una unidad de cuidados medios que permite una vigilancia continua.
  • Tendrá un catéter vascular central y otro periférico, así como un drenaje quirúrgico, una sonda vesical y, en ocasiones, otro catéter urinario a criterio del equipo quirúrgico que le ha intervenido.
  • Algunos injertos comienzan a funcionar en el mismo quirófano y otros tardan varias semanas. No se desanime si el injerto no es funcional en los primeros días. Le vigilaremos estrechamente para verificar su situación clínica adecuando el tratamiento a su caso particular. Si es necesario procederemos a dializarle para mantenerle en unas cifras analíticas seguras.
  • Se le pondrán calmantes que permitan disminuir el dolor hasta umbrales soportables o incluso hacerlo desaparecer.
  • Pocos días después de la operación usted será capaz de levantarse y de realizar varias actividades como son el aseo personal, pasear por la unidad o actividades recreativas (lectura, tv…)
  • Podrá preguntar al personal que le atiende que le responderá en función de su nivel de competencia.