La enfermedad renal crónica (ERC) o Insuficiencia Renal Crónica (IRC), es una pérdida progresiva e irreversible de nuestras funciones renales: eliminar desechos y toxinas, concentrar la orina y conservar los electrolitos en la sangre, producir glóbulos rojos, regular la presión arterial, y mantener los huesos sanos y fuertes.
Los síntomas son inespecíficos, pero el deterioro de la función renal suele ir acompañado de:
Ningún síntoma nos va a avisar de que ha llegado el momento de empezar diálisis. Hasta fases muy avanzadas de la enfermedad los síntomas son pocos y no orientan al grado de función renal que nos queda. Por eso apenas habrá relación entre nuestro estado físico y el momento de necesitar diálisis. Se intenta no esperar a la aparición de síntomas porque cuando aparecen la situación suele ser demasiado avanzada y peligrosa.
Por otra parte, en la Enfermedad Renal avanzada, aunque se elimine orina, ésta no lleva tantas sustancias como en personas sanas, es orina muy diluída (casi sólo agua). Por eso se puede orinar mucho pero no eliminar suficientes sustancias.