Ventajas e inconvenientes de la diálisis y el transplante renal

No todos los tratamientos valen para todos los pacientes. Así, en algunos pacientes es aconsejable no realizar un trasplante renal porque para ellos sería demasiado peligroso realizar una intervención como la que requiere el trasplante y tomar la medicación anti-rechazo.

En este caso, el paciente debe optar entre la Hemodiálisis y la Diálisis Peritoneal. También deberá hacerlo el paciente que opte por el trasplante renal de donante fallecido durante el tiempo que se tarde en encontrarle un riñón compatible.

Si el trasplante renal puede realizarse con un riesgo razonable, el paciente se debe plantear si quiere esperar a la llegada de un riñón de donante fallecido u optar por un riñón de donante vivo.

  • ¿Qué forma de diálisis es mejor, la Hemodiálisis o la Diálisis Peritoneal?
  • ¿Cuándo está más indicada la Hemodiálisis?
  • ¿Cuándo está más indicada la Diálisis Peritoneal?
  • ¿Qué tipo de trasplante es mejor, el de donante vivo o el de donante fallecido?
¿Qué forma de diálisis es mejor, la Hemodiálisis o la Diálisis Peritoneal?

Las dos presentan una eficacia similar, y ninguna de las dos produce más problemas que la otra, siempre que se tengan en cuenta las características de cada persona.. No es cierto, como algunas personas creen, que la diálisis peritoneal de más problemas por riesgo de infecciones, ni que la hemodiálisis produzca más desgaste corporal o mayor sobrecarga para el corazón. No se debe coger a una o a la otra un miedo no justificado.

Muchos pacientes pueden realizar cualquiera de las dos. La elección depende de las preferencias del paciente, del estilo de vida que elija y de la necesidad o no de un horario flexible. Lo verdaderamente importante es que, una vez iniciado el tratamiento, veamos si la evolución es la adecuada, de modo que si los resultados no son los esperados se puede cambiar de modalidad (de la diálisis peritoneal a la hemodiálisis o viceversa). Por eso no se debe tener miedo a equivocarse en la elección. Ninguna decisión es definitiva, y no hay problemas para rectificarla.

¿Cuándo está más indicada la Hemodiálisis?

La HEMODIALISIS evita al paciente la responsabilidad de la realización del tratamiento y no requiere tener ningún tipo de material en el domicilio.

Parece presentar mejores resultados que la diálisis peritoneal a partir del tercer año de tratamiento (aunque no en todos los pacientes), y estaría más indicada en pacientes con cirugías abdominales extensas, o hernias que no se puedan operar (que no harían posible realizar diálisis peritoneal), y en quienes no se sienten capaces de realizarse el tratamiento a sí mismos.

Si no se consigue realizar una fístula arterio-venosa adecuada, se puede realizar utilizando un catéter venoso, pero lo  más recomendable es que se realice a través de una fístula, que facilita mucho más el tratamiento y presenta menos problemas para el paciente. Si no se consigue una fístula funcionante es más aconsejable plantearse la realización de diálisis peritoneal que la hemodiálisis mediante catéter.

¿Cuándo está más indicada la Diálisis Peritoneal?

La DIÁLISIS PERITONEAL, al poderse realizar en el domicilio y con un horario libre, variable y adaptado a los hábitos del paciente, proporciona un grado de autonomía mucho mayor que la hemodiálisis y permite mantener una actividad laboral.

Parece presentar mejores resultados que la hemodiálisis en los primeros 2-3 años de tratamiento (aunque no en todos los pacientes), y estaría más indicada que la hemodiálisis en:

Bebes o niños pequeños.

Pacientes con enfermedades cardiacas importantes.

Pacientes con dificultad de realizar un acceso vascular para hemodiálisis.

Pacientes que por sus circunstancias personales deseen una mayor libertad para viajar.

Sin embargo, exige como condición la capacidad de realizarse el tratamiento a uno mismo o disponer de un familiar que la realice.

¿Qué tipo de trasplante es mejor, el de donante vivo o el de donante fallecido?

Las ventajas del trasplante de donante vivo son:

  • Que sus resultados suelen ser mejores que los del trasplante de donante fallecido, debido al excelente estado de salud del donante y al poquísimo tiempo que pasa desde que el riñón sale de un cuerpo hasta que entra en otro.
  • Que puede evitar la entrada en diálisis.

Como desventaja está que no todo el mundo dispone de un donante adecuado, y que, aunque son raras las complicaciones severas a corto y largo plazo, supone quitar un riñón a una persona sana.

La principal ventaja del trasplante de donante fallecido es que se evita implicar a una persona sana en la donación. Sus desventajas son que requieren unos años (de promedio dos o tres) en diálisis mientras se encuentra el donante adecuado, y que cada vez cuesta más encontrar riñones para todos los pacientes en lista de espera por el descenso de accidentes de tráfico y por el aumento del número de pacientes con Enfermedad Renal.